Algo maravilloso va a pasar.
El cava Anna de Codorníu buscaba lanzar una campaña global para incentivar las ventas más allá de la Navidad.
La estrategia se centró en resignificar el producto, posicionándolo como un cava versátil para disfrutar en cualquier época del año, ligándolo a un estilo de vida urbano y cosmopolita. La clave estuvo en la anticipación de la celebración, destacando a Anna de Codorníu como el acompañante ideal para los “micromomentos” cotidianos, invitando a brindar por los pequeñas instantes especiales del día a día, los que hacen la vida especial.
La campaña logró conectar con su público objetivo, desestacionalizando el consumo del cava Anna de Codorníu y reforzando su imagen como una opción sofisticada, moderna y deseable.